21.11.24 / 12:45h / Agora
El mundo se está volviendo muy sofisticado, tanto a nivel visual como tecnológico, y cada vez más orientado a la información. La energía y los tiempos son hipertróficos, y los consumidores necesitan recibir estímulos de forma permanente y emocionarse con su entorno físico. Sin embargo, nuestras experiencias humanas están perdiendo la inspiración y los productos que nos rodean han caído en la banalidad y la uniformidad debido a la rápida producción en masa, la falta de investigación y desarrollo, el desinterés por la importancia cultural y la pobre inversión en capital debido a la mecanización masiva del siglo XX. Necesitamos que todo se diseñe para crear una existencia placentera y una experiencia sin fisuras. El futuro de la estética de nuestro mundo combinará todas las disciplinas estéticas para que el diseño, el arte, la arquitectura, la moda, la gastronomía, la música, la cultura y la belleza se fusionen y nos brinden experiencias mejores y más elevadas, tanto a nivel material como inmaterial.