20.11.24 / 17:15h / Agora
Nuestro entorno construido es el escenario físico en el que se desarrollan todas las historias humanas. Este escenario físico es la manifestación histórica y continua de la imaginación humana que opera dentro de limitaciones reales (¡o imaginarias!). La imaginación arquitectónica debe trascender el diseño y adentrarse en el ámbito de la ciencia de los materiales y la economía, donde residen algunas de las cuestiones más importantes. A través de una amplia investigación y experimentación con materiales, nos replanteamos la materialidad y examinamos críticamente el modo en que el valor temporal del dinero nos ha empujado hacia el diseño basado en códigos y la producción industrializada de componentes de construcción, y en su lugar nos fijamos en el consumo de recursos naturales finitos junto con su impacto en el bienestar humano y el ingenio humano. El acto de construir produce conocimiento, al igual que el conocimiento resultante produce edificios.