El reto

La Concept Room se inspira tomando como referencia principal los hoteles de la cadena ubicados en Lloret de Mar, en la Costa Brava en Cataluña. Un entorno turístico, el de Lloret de Mar, que se encuentra inmerso en sus últimos años en una reconversión turística hacia un modelo family friendly, más orientado a las necesidades de las familias, sostenible y conectado con los recursos naturales de este destino turístico. 

Conexión local. Reflejar la conexión del espacio interior con el entorno en el que se encuentra ubicado el hotel y su naturaleza, por ejemplo, la incorporación de elementos que directa o indirectamente rememoren los rasgos distintivos de la Costa Brava

Celebrar lo cotidiano. Remarcar el componente “slow” en el estilo de vida de este perfil de cliente, por ejemplo en todo lo relacionado con la comida ecológica. Potenciando una vertiente muy natural y fresca.

Espacios diferenciados y multifuncionales. Configuración flexible del espacio atendiendo a las necesidades del perfil de viajero. Búsqueda de alternativas que permitan ocultar el equipaje y otros accesorios a la vista de manera sencilla.

Social by design. Contemplar aspectos específicos en la habitación que permitan hacer “un guiño” al propósito social de la cadena hotelera (especialmente, a través de las actividades de su Fundación, la Fundación Climent Guitart). 

Eco, fácil de mantener. Reducir el impacto medioambiental, tanto en los materiales utilizados como en otros elementos presentes en la habitación, como amenities (por ejemplo, a través del uso de eco-products).

Substitución de elementos habituales en la habitación. Por ejemplo, la sustitución del mini-bar por una nevera o el uso de microondas en lugar de termo.

Confort para todos. Esta accesibilidad universal del espacio debe ser incorporada de una manera muy desapercibida, alejada de cualquier concepto asistencial.

El perfil del viajero 

Viajar, una actividad para fortalecer lazos familiares.

El Slow Family Traveller viaja para compartir tiempo de calidad en familia. Este tipo de perfil practica una maternidad o paternidad más consciente, en la que la familia se sitúa en el centro. Son buscadores de espacios de aprendizaje y siempre que pueden fomentan en sus viajes la conexión con la naturaleza. Estas familias siguen la filosofía “slow” porque buscan hacer extraordinario lo cotidiano y esencial; no toman la educación de sus hijos como una carrera, sino que siguen los procesos naturales de los niños. Hacen escapadas cerca de casa y valoran la calidad sobre la velocidad. Aprecian los entornos cuidados, sencillos, pero bellos. La comodidad es importante para este perfil, pero también lo es el diseño. El balance es la clave.