Tomás Alía (Estudio Caramba) ha creado un lobby para el Healthy Traveller, un huésped del hotel al que le gusta relacionarse e interactuar a nivel social y sigue hábitos saludables para conseguir el mens sana in corpore sano.
El diseñador ha creado un espacio vinculado a la salud y al deporte. Se trata de un lobby con formas orgánicas que transmiten el movimiento y dinamismo de una persona física y socialmente activa. Las formas curvas crean, a modo de yin y yang, un orden en el que, en cada uno de los giros se estructuran y complementan recepción, sala de estar y un espacio de co-working. Todos ellos, espacios para la interacción.
Quintana Partners ha diseñado un espacio dirigido al Authenticity Seeker, un viajero al que le gusta la filosofía, la historia, lo especial y lo único del lugar al que va. El estudio se ha inspirado en un monasterio de la comarca catalana del Priorat, reconocida por sus vinos, para crear un espacio versátil, que recupera la tradición y lo auténtico: la tierra, los aromas y la gastronomía. Los diseñadores apuestan por la recuperación del patrimonio existente, ligado con la autenticidad de lo local, para lanzar una propuesta que contemple el concepto de proximidad, también en el uso de materiales orgánicos y productos decorativos que identifican al lugar.
Piedra Papel Tijera Interiorismo ha creado una concept room para el Millennial parent. Se trata de una familia con hijos que quiere compartir esa experiencia conjunta que el hotel les ofrece, como un plus adicional a lo que pueden obtener en casa. El estudio ha dado una vuelta de tuerca a los espacios que tienen todos los hoteles, diseñado la versión 2.0 de una terraza con piscina que ofrece algo realmente diferencial. Es un espacio inclusivo, experiencial para toda la familia, con colores, pero sin llegar a ser puramente infantil.
Tarruella Trenchs ha creado un interiorismo para el Zen Traveller, un huésped que busca la desconexión del estrés, una gastronomía sana y, en definitiva, una salud holística. Es un cliente al que le interesa que la habitación desconecte con él, pero sin estar desconectado de lo que pasa en el mundo.